Sombra de ojos

 Dentro de los artículos históricos del mundo de la belleza, la sombra de ojos es una de las que más historia tiene, y desde hace más de cinco mil años se tienen registros de que se utilizaban minerales molidos para pintarse los ojos.

 Los egipcios utilizaban pigmentos oscuros con los que se perfilaba la forma de los ojos, tal y como se puede apreciar en los grabados encontrados en el interior de las tumbas y pirámides descubiertas por los arqueólogos. También se han encontrado restos de estos pigmentos en pequeños frascos, los cuales se aplicaban con pequeños cepillos y bastoncitos. Pensaban que este maquillaje les protegía de los rayos del sol, les protegería de las infecciones y mejoraba la capacidad visual de quienes se lo aplicaban. Todo el mundo utilizaba este tipo de maquillaje, no importaba si se trataba de hombre, mujeres o niños.

 También los utilizaban todos durante la época helenística, y el comercio de este tipo de maquillajes era una forma de ganar dinero muy importante en todo el Mediterráneo. De hecho, los griegos dominaron durante algunos siglos todo el comercio relacionado con los artículos de cosmética con los que se comerciaba por todo el mundo conocido. Tras la invasión de todos esos territorios a manos de los romanos, Egipto y sus creencias cayeron en el olvido y ya no se utilizaba el maquillaje por sus supuestas cualidades curativas y protectoras. Sin embargo, estos apreciaron sus características estéticas y las mujeres de Roma continuaron pintándose los ojos con estos y otros productos que se traían desde lugares lejanos como la India, en la que los pigmentos eran muchos y muy variados.

 Mucho han cambiado las cosas desde esos primeros años en los que se empezaron a usar las sombras de ojos, pero todavía se utilizan para destacar la belleza de las mujeres.

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