Hace unos cuatro años empezó a utilizarse en España, la Liposucción Asistida por Ultrasonidos (LAU). Desde entonces se ha aplicado a unos 3.000 pacientes, un 95% mujeres de entre 18 y 50 años. Los muslos y las mamas fueron, seguidas del abdomen y las caderas, las partes del cuerpo que más se han operado las mujeres con este tipo e técnica.
La liposucción ultrasónica consiste en transmitir a través de unas células de titanio de entre 3 y 5 milímetros de diámetro unas ondas electromagnéticas generadas por un sofisticado equipo que actúan sobre las células de grasa.
Frente a la liposucción convencional, que básicamente extrae el exceso de grasa mediante una “violenta” aspiración, la LAU la “derrite” y permite extraerla “de forma fácil, suave y uniforme”, lo que posibilita al cirujano hacer un trabajo muy preciso.
Esta técnica puede aplicarse a cualquier parte del cuerpo donde hay grasa debajo de la piel, evita además en gran parte el sangrado, garantiza un postoperatorio más cómodo para el paciente, ya que causa menos hematomas y dolor que la liposucción tradicional, y deja unas cicatrices discretas difuminadas en un año, según indican los especialistas..