Hablemos de belleza y de estética. O mejor hablemos de la constante guerra que tienen las esteticistas y peluqueras de mi ciudad. Hace poco hablaba con una de ellas y me contaba ilusionadamente los proyectos que tenía en mente llevar a cabo. Nuevas expectativas motivadas, según sus propias palabras, por la constante competencia desleal que sufre este sector, y ante la cual se veía con las manos atadas.
Hablando con ella, me contaba amargamente como mucha de su más dura competencia ofrecía servicios para los cuales no estaban preparados, ya que manejaban máquinas sin ningún tipo de control por parte de sanidad, y al mismo tiempo tampoco contaban con la formación necesaria para hacerlo.
Lo cierto es que tras estas duras palabras, mi preocupación fue en aumento, ya que de las personas de las que ella hablaba eran, bajo mi punto de vista, gente seria y de confianza, de las cuales en realidad, no podrías ni imaginar que los servicios que te ofrecían no estuvieran en regla.
Como todo en esta vida, cada cual cuenta según le ha ido. Pues siguiendo esta premisa pensé en que efectivamente era mejor no dar más importancia a lo que aquella buena mujer, tal vez movida por la impotencia o tal vez por el miedo a quedarse atrás, me contaba.
Pasó el tiempo y lo cierto es que no volví a acordarme de esa conversación de forma consciente, eso sí, porque de la noche a la mañana dejé de utilizar los tratamientos de los que hasta entonces disfrutaba (rayos v, firmeza de pechos…) Solo comencé a aplicarme los más básicos y sencillos, como limpiezas de cutis, masajes anti estrés…Yo creo que esto fue promovido subconscientemente por la conversación tan desafortunada que tuve con dicha mujer.
Al cabo de algunos meses, el barrio se despertaba con una desoladora noticia, a una chica de unos 18 años de edad le habían diagnosticado recientemente cáncer de piel. El causante de este mal había sido una utilización inadecuada de los rayos uvas. La joven se había dado numerosas sesiones de rayos uva en un centro estético de la zona, precisamente en uno de esos centros que aquella mujer me comentaba tiempo atrás..