Mucha gente está obsesionada con mostrarse de una forma atractiva de cara a los demás, sin darse cuenta de que en realidad, no van a lograr que todo el mundo les vea agradables a su vista conforme a los cánones de belleza de cada uno, ya que lo que resulta del agrado de una persona a otra puede que no le guste en absoluto.
A lo largo de la historia lo considerado bello o feo ha ido sufriendo todo tipo de modificaciones. Mientras que en la época del Renacimiento, tal y como se puede apreciar en las obras de arte que se conservan, el cuerpo de la mujer debía ser sinuoso y algo grueso, durante los años veinte y treinta de este siglo pasado se primaba la figura más recta de la mujer, sin que apenas se apreciara una sola curva en la cadera o el pecho. Estos cánones de belleza han ido marcando los gustos de la gente que, influida por los artistas y su particular visión de la belleza asumen como propios los gustos de los demás.
Es por eso que hay muchas personas que nunca están a gusto con su cuerpo, su estilo o su forma de vestir, porque los gurús del mundo de la moda no dejan de cambiar lo que se considera hermoso y lo que no. Esto es lo que hace que las personas denominadas víctimas de la moda estén obsesionadas con conseguir lucir tal y como se muestra en las pasarelas de moda y cosmética, algo que cambia de un modo irremediable la forma de ver la estética corporal y que durante años ha sido motivo de críticas y de acusaciones por promover conductas poco saludables e incluso peligrosas, que algunas veces han tenido como consecuencia problemas de salud, tanto física como psicológica.
Y las siguientes personas, ¿te parecen guap@s? Está claro “Para gustos, los colores”