En el mundo de los gimnasios, existen una gran cantidad de disciplinas, cada una de las cuales cuentan con diferencias sustanciales respecto a las demás. En este caso quiero hablaros acerca de las principales diferencias de las que posiblemente sean las dos modalidades más conocidas en el mundo de las tarimas y las máquinas de musculación: el culturismo y el fitness.
Hay alguna confusión entre estas dos disciplinas. Mientras que unos piensan que tanto el culturimo como realizar actividades de fitness son un mismo método para ponerse en forma, otros consideran que el fitness tiene que ver con la belleza, mientras que el culturismo solamente tiene como objetivo obtener un volumen muscular muy llamativo. Sin embargo, todo esto está muy lejos de la realidad. Haciendo un pequeño resumen a grandes rasgos, el fitness es para las personas que quieran perder masa corporal y esculpir su cuerpo mientras que el culturismo busca lo contrario, que es definir los músculos ganando masa muscular. No obstante, incluso en este sentido existen muchos matices que hay que explicar.
Los métodos de cada una de estas formas de perfilar nuestro cuerpo son bastante diferentes unos de otros: mientras que quienes practican fitness realizan ejercicios aeróbicos unas tres veces a la semana, normalmente por las mañanas y con el estómago vacío, realizando descansos continuos entre ejercicios, en el caso de las rutinas de culturismo estas son más largas y se realizan con la ayuda de máquinas de fuerza que se alternan con descansos mínimos y series cortas pero muy intensas.
También hay una gran diferencia entre las dietas de fitness y las de cultirismo: mientras que estas últimas incrementan la alimentación y la ingesta de proteínas e hidratos de carbono, los que practican fitness se centran únicamente en proteínas con muy poca grasa como pueden ser las de las carnes y las verduras a la plancha.