Tras muchos, pero muchos años alejada de todo deporte e inmersa en una vida totalmente sedentaria, decidí retomar algo que en mi niñez me llenaba el alma: patinar.
Ni el gimnasio, ni correr, ni andar… nada de nada, ha conseguido sacarme de mi apatía por el deporte hasta que, mis incesantes ganas de enseñar a mis pequeños retoños este arte maravilloso del patinaje, despertó mi gusanillo, y ni corta ni perezosa me hice con unos patines.
Evidentemente, con cuarenta y tantos no es lo mismo que siendo mucho más joven, pero mi experiencia demuestra que nunca es tarde para retomar este deporte, e incluso, si nunca has patinado, tampoco es tarde para aprender, siempre eso sí, tomando las medidas pertinentes de seguridad (casco, rodilleras, coderas…)
Patinar es como montar en bicicleta, una vez se aprende, nunca se olvida. E igualmente, son deportes que cuando los practicamos nos transmite una enorme liberta, y en el caso del patinaje incluso la sensación de volar.
Si a todo ello le añadimos el hecho de los muchos beneficios de patinar para adelgazar, os gustará cada vez más esta opción.
¿Qué beneficios me aporta el patinaje?
Muchos, no solo en cuanto a adelgazar, sino que este deporte es un buen aliado para mantenernos en forma sin darnos a penas cuenta, lo cual se traduce en bienestar para nuestra salud.
Eliminar calorías
Patinar quema calorías sin darnos cuenta. Podemos decir que además no es precisamente el deporte más sacrificado del mundo. Prueba de ello es que, con solo una media hora de patinaje, a una velocidad constante, puedes llegar a quemar entre 250 y 300 calorías. Si aumentas la velocidad, más calorías quemas.
Deporte nada agresivo
Patinar es menos agresivo que por ejemplo correr. Patinando no expones tus articulaciones como haciendo running directamente con el terreno.
Beneficios para nuestro cuerpo
Patinar activa la circulación sanguínea, mejorando así nuestra salud en general.
Además, si patinamos veremos aumentada nuestra resistencia física.
Corazón y pulmones estarán trabajando constantemente, especialmente si subes cuestas, que, aunque nos ayudamos de las ruedas de nuestros patines, éstos pesan y la resistencia que nos ofrecen ayudan a nuestros glúteos y piernas a endurecerse y tonificarse.
Cuida nuestra línea
Con el patinaje veremos cómo nuestras piernas y glúteos se endurece, incluso se trabaja los abdominales, y quemaremos al mismo tiempo calorías.
Además, veremos reforzado nuestro equilibrio, mejorando nuestra capacidad motriz y nuestra estabilidad.
Y como cualquier otro deporte, patinar hará que nuestro cerebro note una cierta sensación de felicidad, lo cual nos ayudará a reducir el estrés y la ansiedad.
Bueno, ¿nos ponemos los patines?