Muchas veces, pasados los treinta, seguimos yendo al gimnasio, haciendo deporte regularmente y comiendo más o menos lo mismo pero, sin saber muy bien la razón, no conseguimos adelgazar o, al contrario, engordamos un poco cada año.
El cuerpo, a partir de estas edades, deja de producir al ritmo anterior ciertas hormonas (la testosterona, entre ellas) implicadas en la quema de grasas, por lo que el cuerpo tiende a engordar, aunque desarrollemos más o menos los mismos hábitos. Es por eso que, especialmente superada la treintena, al ejercicio físico y a la alimentación equilibrada hay que ayudarla con una serie de estrategias como las que hoy te mostramos.
L-carnitina
La L-carnitina es una molécula esencial en el proceso de quema de grasas del organismo. Además de ser fabricada por nuestro propio cuerpo, está presente en alimentos como la carne roja. Una manera segura de recibir un suplemento de L-carnitina es mediante preparados de farmacia y parafarmacia. En establecimientos como Farmacia del Alba se pueden adquirir de manera segura este tipo de productos, además de barritas, pastillas para reducir la asimilación de carbohidratos, preparados dietéticos y otra clase de soluciones.
Agua
Si, nada más útil y a mano para ayudar a nuestro cuerpo a quemar grasas que la ingesta diaria de dos o tres litros de agua. Además, al beber mucha agua sentirás saciedad, lo que te será muy útil para evitar el picoteo entre horas.
Alcachofas
La alcachofa puede ayudarnos a quemar grasas y liberarnos del exceso de líquido en nuestros tejidos. Muchos dietistas y nutricionistas recomiendan tomar de dos a tres veces al día el jugo de las hojas de alcachofa en infusión.
Verduras de hoja verde
La espinaca, la rúcula o la lechuga no sólo te ayudan a adelgazar por su alto contenido en fibra (lo que estimula tu tránsito intestinal). Además, empleándolas inteligentemente como primer plato o guarnición te ayudan a saciarte, ingiriendo grandes cantidades de un alimento que tiene, en realidad, pocas calorías.
Brécol, coliflor y coles de Bruselas
Alimentos muy saciantes, ricos en líquidos, proteínas y muy poco calóricos. Si quieres adelgazar, sustituye las patatas fritas y los carbohidratos por unas coles de Bruselas o un poco de brécol rehogado.
Si incorporas a tu dieta y a tus hábitos diarios estos productos, reduces grasas y azúcares de tu dieta y sigues haciendo ejercicio, seguro que no tendrás ninguna clase de problema para mantener un tipo envidiable, incluso más allá de los treinta.