Explora cómo influyen los cambios del clima a tu bienestar y… ¡ponles arreglo!
Cuando entra el otoño y con él los primeros fríos, empiezan las lluvias, se reducen los días y todos estos elementos perjudican a nuestro estado de ánimo: nostalgia, sueño, agotamiento, irritabilidad, ansia y alteración del hambre, flaqueza, entre otros.
¿Por qué el otoño nos desanima? Es debido a que disminuyen las horas de sol, desarrollándose una inestabilidad interna. Cuando se reducen las horas de sol se origina más melatonina (estamos más somnolientos) y menos serotonina u “hormona del humor” (sentimos tristeza).
Se trata de un síntoma ligero y transitorio que frecuenta perdurar unos días o semanas. Perjudica al 6% en una localidad, más a mujeres que a hombres, de entre 45 y 60 años, y a personas propensas a la depresión.
¿PROPÓSITO? ¡ELEVAR EL ÁNIMO!
Alimentos ricos en triptófano. Para aumentar el ánimo puedes injerir triptófano por medio de una dieta, un aminoácido fundamental que ejerce como antidepresivo. Lo hallarás en: nueces, semillas de calabaza, tofu, huevos, queso, leche, pescado y carne de pavo o pollo.
Suplementos revitalizantes. A parte de una dieta basada en vitaminas y minerales, en estos días de “decaimiento” podrías necesitar productos ricos con vitaminas y aminoácidos o revitalizantes como son la jalea real y el ginseng.
Regular el sueño. Con los cambios característicos de la estación (regreso al trabajo, al colegio o universidad) es preciso hacer un reajuste nuestro despertador interno y cuidar lo que comemos para dormir más placenteramente.
Mayor exposición a la luz natural. Es bueno para nuestra salud exponernos a las primeras horas del día con luz natural para realizar algún ejercicio al aire libre como caminar o correr.
Fitoterapia. Este tratamiento usa una luz única parecida a la luz natural, pero eliminando los rayos ultravioletas dañinos, que afectan a la retina del ojo del individuo.