Los aceites esenciales son unos de los muchos tesoros que nos ofrecen la medicina natural, consisten en la extracción de las propiedades de la planta mediante extracción mecánica para mantener todas sus propiedades y tiene diversos ámbitos de aplicación para tratar todo tipo de trastornos y enfermedades.
La aplicación de los aceites esenciales es fundamentalmente tópica, no obstante, también pueden añadirse algunas gotas a preparados específicos, pero lo más común es usarlos en ungüentos y lociones para la piel y el cabello.
Los aceites esenciales también se usan en aromaterapia, que consiste en estimular el olfato para tratar ciertas dolencias a través de los aromas y para conocer más a fondo su aplicación con los aceites, debemos conocer primero que existen dos tipos de aceites que en ocasiones pueden confundirse en la aromateria.
Los aceites esenciales para que conserven todas sus propiedades medicinales y sean efectivos en el tratamiento de enfermedades, deben ser extraídos mediante procesos mecánicos, lo que mantiene intacta las cualidades del aceite sin refinar, cuando el procedimiento de extracción se usan otras técnicas que aplican calor, lo que se obtiene no es el aceite base de la planta, sino un aceite refinado que es estéril y que no debe aplicarse bajo ningún concepto en la piel, estos aceites son llamados erróneamente “esenciales” en los comercios, pero de lo que realmente se trata es de fragancias, pueden usarse en aromaterapia sin problema, pero no debe hacerse preparados con ellos porque pueden resultar perjudiciales y entran en contacto con el torrente sanguíneo.
Para distinguir los aceites esenciales de las esencias perfumadas debemos asegurarnos de que en la etiqueta o descripciones del producto especifique se han sido obtenidos mediante procesos de extracción mecánica en frío. Otro distintivo de referencia por lo general, es el precio, los aceites esenciales puros suelen ser hasta tres veces más caros que las esencias dependiendo del producto..